sopa de tomate

Es que no lo puedo evitar... cada vez que voy a la plaza y compro tomates,como siempre me regalan yerbabuena, en cuanto me llega su exquisito aroma se me viene al pensamiento la sopa de tomate. Si, la misma sopa de tomate que nunca quería de pequeña y que ahora me chifla.Pero me chifla solo a mí, porque en casa soy yo la única que la toma,así que hoy voy a hacer una sopa de tomate adaptada a los nuevos tiempos. Seguro que así se la toman.Para esta sopa de tomate necesitamos:

-un par de buenos tomates coloraos
-un pimiento
-media cebolla
-unas rebanaditas finitas de pan de hace un par de días
-queso para gratinar, o gouda o mozarella o el que se tenga a mano
-la sal(por supuesto)
-El aceite(por supuesto)
-y la refrescante y aromática yerbabuena(esta si que por supuesto)

Sofreimos la cebolla el pimiento y los tomates, todo muy picadito , y cuando está frito, pero no refrito, añadimos el pan y el agua que este vaya admitiendo mientras lo vamos partiendo con una cuchara de palo hasta dejarlo caldocito, no demasiado, y es el momento de añadir la yerbabuena.Dejamos reducir unos minutos, ponemos el queso y tapamos para que se derrita.
Yo diría que es más que una sopa un "sopeao". Quiero decir con esto que no tiene que quedar caldoso, sino cuajadito.
Y listo.
Creo que voy a acompañarla con unos boquerones adobaos.!Que hambre!